C. S. Lewis: Esa horrible fortaleza

El tercer tomo de Trilogía cósmica encuentra a Ransom en un contexto dominado por pseudociencias y fuerzas manipulativas.

Por G.A. CHINNI

Corría el último verano antes de la pandemia de Covid 19 y pensaba que había leído todo o casi todo sobre el genial C. S. Lewis. Habían pasado cinco días de playa y descanso pero necesitaba algo más. Sí, algo productivo de verdad; nada de perder el tiempo mirando el paisaje, tomar sol o evitar que mis hijos se arrojen al mar.

Necesitaba algo fuerte: leer un libro junto al mar durante horas y días. Tan solo interrumpido por alguna vianda, bebida alegre o gaviotas cercanas. ¡Sí!, ¡con un libro serían unas vacaciones inolvidables en la playa! Pero había un problema, no tenía nada para leer y los primeros paseos veraniegos por las librerías no mostraban nada interesante.

 

La búsqueda

Me faltaba algo con tapas y hojas para terminar unas vacaciones perfectas. Como un detective implacable, me decidí a visitar dos librerías más de Pinamar, la linda localidad costera de Buenos Aires. En la tradicional Libros Böhm pude rescatar un último ejemplar de El Silmarillion de Tolkien. Era un ejemplar perdido, de esas ediciones masivas para Latinoamérica y la Argentina, de letras muy pequeñas y papel de toilette, que ni por asomo se atreven a editar así en España, Estados Unidos u otros países. Pero en fin, ya tenía algo para algunos días. Era un pequeño «tesoro», como diría Gollum; sin embargo, me quedaba un último lugar: El Túnel.

 

¡Boom!

Tenía en la mira a J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis, autores que descubrí de grande podría decirse. Había leído hasta entonces unas diez obras de Lewis entre ficción y no ficción. La sorpresa fue enorme al encontrar en El Túnel Esa horrible fortaleza, el último tomo de Trilogía cósmica.

Si bien tuve la oportunidad de ojear la obra en inglés previamente, hasta entonces no tenía mucha idea al respecto. Salvo algunos errores puntuales de traducción en la portada, este libro tenía una edición más cuidada y confortable que databa del año dos mil seis. Una reliquia de casi catorce años en su envoltura original (y más barata que un libro de catálogo): ¡eso son negocios! ¡Una pieza difícil de conseguir a mitad de precio! ¡Qué vacaciones!

Y llegó por fin el día de abrir el celofán que también incluía la faja con la leyenda «Una nueva trilogía del autor de Las crónicas de Narnia». ¿Nueva?, pero si… ¡Fue editada en 1945 y escrita durante la segunda guerra mundial! En fin, como un niño en Navidad, abrí mi autoregalo y….  ¡boom!: reposera, sombrilla y que se caiga el mundo, ¡ya tenía un libro!

Para cuando comencé a leer Esa horrible fortaleza me encontraba escribiendo una ficción sobre un posible futuro distópico con algunas premisas que me estaban dando vueltas desde hacía tiempo. Ya no estaba solo.

El libro

El propio Lewis en el prefacio declara a la obra como «un cuento de hadas» para alertar a los lectores que se trata de una obra de ficción particular, orientada para quienes gustan de fantasías con algún grado de ciencia ficción o elementos distópicos.

La trama se inicia con la pareja Studdock que comienza a vivir en mundos separados luego de haberse casado. Jane, la joven mujer de  Mark, procura escribir una tesis doctoral sobre John Donne y desde su casamiento se ha convertido en una ama de casa sin muchas expectativas; no obstante, a partir de un extraño sueño se vuelve una clarividente muy buscada.

En el transcurso del libro se descubre a sí misma con nuevos dones. Mark, su marido, trata de encontrar un lugar académico en un college británico, una institución educativa parecida a lo que se conoce hoy en día como facultad universitaria. Mark comienza a integrarse en la institución de una manera inesperada y confusa, envuelta en extraños motivos y necesidades poco claras con el fin de vender las propiedades del college Bracton.

Los personajes académicos se suceden en diálogos divertidos y singulares. Desde John Wither, el director del N.I.C.E (Instituto de experimentos Coordinados; en inglés bonito o simpático) hasta Elwin Ransom, que en este libro cumple un rol más tardío que los anteriores de la saga, muestran personalidades diversas que generan conversaciones abiertas, frecuentes, en hechos muchas veces que rozan lo irracional o distópico.

La crítica

Como menciona Henry F. Schaefer III, la crítica de Lewis en esta obra no es contra la ciencia en sí, sino más bien al tipo de sociedad planificada, totalitaria, mecanicista o idealizada por el nazismo y el bolchevismo: «la crueldad disciplinada de alguna oligarquía ideológica», como bien menciona. 

Los personajes del college (Esa horrible fortaleza) desprecian el cuerpo humano y toda vida orgánica por considerarla frágil, corrompida e indigna de una mente pura y perfecta. Creen que la humanidad se puede perfeccionar al emigrar de la carne y la sangre, mitificando su nueva ciencia hasta tal punto que inventan una creencia cerrada a Dios y a la realidad humana.

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